Por eso es fundamental el equilibrio y el cuidado en el embotellado y encorchado del caldo. El éxito de un buen vino, después del largo y exaustivo proceso de elaboración, esta en su correcto envasado. Conseguir el mejor caldo depende de una buena poda, del cuidado del terreno, del tiempo durante la cosecha, del trabajo de los enólogos para conseguir el momento perfecto de acidez y azúcar, depende de una meticulosa vendimia , de una correcta fermentacion y, finalmente del proceso de embotellado para su correcto mantenimiento. Todo este laborioso y delicado proceso, carece de éxito, si su botella y su corcho no son los adecuados.

Se trata de cuidar el caldo como “oro en paño”, ” cerrado a cal y canto”..

El corcho, proviene de los alcornoques y es concretamente el elemento que protege el vino de los agentes exteriores, al igual que en el árbol, el corcho, cubre el tronco del árbol, protegiéndolo en verano ante los incendios, ya que antes estos, el corcho se funde y evita que el fuego alcance a la planta. Por este motivo, el corcho, ante el fuego actua de manera ignifuga y no se prende. El uso de la botella y el corcho, se remonta en el siglo XVII, en la persona de Don Pierre Perignon. Además el corcho, nos aporta información sobre el estado del caldo. En algunas ocasiones, al descorchar una botella, el corcho se parte. Este hecho, nos indica que el caldo puede no estar en correcto estado.

Dependiendo del contenido, el corcho es diferente. En los vinos reserva y en los gran reserva, el corcho tiene forma alargada. El motivo no es otro mas que lo normal, es que estos vinos estén mucho tiempo embotellados sin consumirse. Por ello el corcho requiere mayor tamaño, con el fin de evitar que el vino de deteriore y pierda sus propiedades.

Si nos vamos a vinos mas del dia a dia, hablando de consumo, nos encontramos con que su corcho es mas corto. Esto facilita el proceso del descorche. Los corchos de los cavas, con forma de champiñón, sujetan al gollete que mantiene la presión interior, evitando asi que se descorche la botella. Además estos corchos suelen llevar inscritos datos de su producción.

Los corchos aglomerados, cierran vinos de consumo diario.

La duración en el tiempo del corcho es aproximadamente de unos 12 años, por ello en vinos Gran Reserva, hay que tener este dato en cuenta, ya que una vez pasado este tiempo, deben ser recorchados.

EL SACACORCHOS

Si bien la misión del corcho es mantener aislado el caldo del exterior para evitar su deterioro por el contacto con el exterior, existe un elemento indispensable a la hora de abrir una botella. Hablamos del sacacorchos. Este elemento que data en sus comienzos con un origen francés, ha evolucionado enormemente con el tiempo, existiendo en la actualidad distintos tipos, aunque sin ninguna duda el que impera entre todos es el llamado “de camarero”.

TIPOS DE SACACORCHOS

Sacacorchos de Alas: Es el sacacorchos que posee dos “orejitas” con las que se hace “palanca” para extraer el corcho.

Sacacorchos de Camarero: Urilizado fundamentalmente en la hostelería y la restauración. Ocupa poco espacio  porque se dobla,  es rápido y eficaz.

Sacacorchos de láminas: Este es el único tipo de sacacorchos que no deteriora el corcho en su extracción y consiste en dos laminas que entran en el cuello de la botella extrayendo el corcho sin perforarlo.

Sacacorchos de Pared: Este tipo de sacacorchos, está presente en la restauración y la hostelería sujeto a la pared y su manejo se hace posible gracias a una palanca y a la presión.

Sacacorchos en T: Quizá el que requiere más practica y fuerza precisamente por ser muy simple, ya que lo componen un espiral muy fina con una maneta que lo cruza.