En conjunto, las catorce Denominaciones antes citadas ocupan las tres cuartas partes de la información y de la imagen proyectada en los diarios. Otras 58 Denominaciones de zonas de procedencia geográfica se reparten la cuarta parte de la presión informativa restante.
Como consecuencia, la prensa apenas destina contenidos a vinos y bodegas amparados en el resto de Denominaciones de Origen, Vinos de Pago, Espumosos, Vinos de Calidad y Vinos de la Tierra, unas cincuenta.
Unas de las conclusiones más destacadas del Informe es que únicamente un selecto grupo de bodegas y sus marcas pugnan y logran obtener una alta presencia en la prensa diaria. La atomización del sector vinícola español y el gran número de bodegas y marcas existentes en el mercado hace imposible que esa cobertura informativa sea nacional y generalizada para todos los actores.
Las bodegas, por otra parte, están intentando fortalecer sus estrategias de comunicación y mejoran los contenidos de sus webs corporativas. También se observa que presentan un mayor interés por tener presencia en los canales de comunicación digitales y redes sociales.
No obstante, aún son pocas las bodegas que destacan por su trabajo en el mundo digital. Numerosas webs de bodegas apenas son actualizadas y la generación de contenidos propios en blogs, redes y canales digitales son, en la mayoría de los casos, testimoniales.
El vino, la bebida más social.
Los periódicos presentan el vino como la bebida más social que existe y todo lo relativo a su entorno lo consideran como una referencia cultural de primer orden. Las informaciones sobre los aspectos económicos de esta industria quedan en general bastantes diluidos. Los diarios aprecian las políticas de valores solidarios de las bodegas y las medidas mediambientales que adoptan en la elaboración de vinos.
Además de la publicidad, los periódicos suelen acoger en sus páginas secciones sobre catas, calificaciones y valoraciones de caldos. También insertan amplios contenidos alusivos a la relación del vino con el enoturismo, la gastronomía y el ocio.
Las cabeceras de difusión nacional suelen acoger en sus páginas una mayor variación de informaciones de bodegas y marcas de vino, mientras que los diarios de regionales dedican más espacios a “la defensa” de la industria vinícola de su entorno, a la promoción de las DOs, bodegas y marcas de su territorio.
Los medios nacionales se distinguen asimismo por ofrecer a sus lectores más datos que permitan al lector interesado la localización de las bodegas y vinos catados. Suelen incluir direcciones webs, teléfonos, correos electrónicos. También se distinguen por ofrecer con más asiduidad los precios aproximados de los caldos.
Los diarios no suelen insertar contenidos muy críticos con el mundo del vino, y parece que sólo suelen comentar caldos cuando estos tienen una cierta calidad. Los periodistas especializados suelen lamentar que zonas que producen vinos de excelente calidad aún sean muy desconocidos por el consumidor español.
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