La historia nos remonta a la época de Roma, pues se cree que fueron los romanos los que introdujeron en Hispania el cultivo de la vid, y desde entonces las tierras riojanas no solo han continuado su dedicación vinícola, sino que han sabido convertir sus vinos en unos caldos reconocidos mundialmente..

Las variedades de uva autorizadas que se emplean habitualmente son siete; cuatro tintas: Tempranillo, Mazuelo, Graciano y Garnacha Tinta, y tres blancas: Malvasía, Viura o Macabeo y Garnacha Blanca. Las más empleadas son Tempranillo en el tinto y Viura en el blanco, aunque La Rioja es una zona cuyo suelo contempla cantidad de variedades, de las que muchas son autóctonas y están en continuo estudio.

Además, el paso del río Ebro, que cruza La Rioja de oeste a este, marca la diferencia de sus suelos y, como consecuencia, el resultado de sus vinos. De esta manera, encontramos suelos arcillosos-ferrosos que darán origen a vinos tintos frescos con medio cuerpo, así como rosados estructurados. Tenemos también suelos aluviales, cuya extensión es más amplia, que originarán vinos tintos y blancos de medio cuerpo, y finalmente, suelos arcilloso-calcáreos, cuyos vinos tintos tendrán un color intenso y suave en los blancos, además de tener estructura y hacerlos muy aptos para la crianza.

La vendimia suele comenzar tarde, hacia el comienzo del mes de octubre, y empieza por la denominada Rioja Baja, finalizando por la Rioja Alta. Suele durar entre treinta y cuarenta días y una vez recogido el fruto y ya en la bodega, se seguirán distintos procesos para dar origen a los diferentes vinos que se producen en la zona: tintos, rosados y blancos.

En la zona de la Rioja Alta, los vinos resultantes serán finamente perfumados, de color vivo, cuya necesidad es pasar tiempo en barrica para desarrollarse, al igual que les ocurre a los blancos de esta zona.

En la Rioja Alavesa, encontramos vinos blancos cuyas notas son verde y oro, luminosos, ligeros y vinos tintos equilibrados, con tonos rojo claro, brillantes, aromáticos, sabrosos. Y en la zona de la Rioja Baja sus vinos tendrán mayor graduación alcohólica y mayor cuerpo, marcados por la presencia de sus notables aromas.

La gran variedad de bodegas y vinos en la zona, junto al atractivo abanico gastronómico que presenta esta región, hacen que sus maridajes den resultados magníficos. De igual manera, la riqueza de sus tierras convierten a la zona en un atractivo recorrido turístico donde la cultura, la gastronomía, sus paisajes….y sus vinos se fundan convirtiéndose en perfecta comunión.

Y junto al vino, el golf.

La Comunidad de la Rioja y las provincias de alrededor albergan hermosos campos de golf, como Sojuela, Rioja Alta o el Campo de Golf de Logroño. En parajes increíbles, diseñados por los mejores profesionales, son el destino ideal para todos los aficionados, ya sea en torneos de empresa, escapadas de fin de semana, etc. Combinados con el entorno, la gastronomía y, en especial, los vinos, harán las delicias del visitante.

Más al norte, no deje de probar los campos de golf de Álava, son una auténtica preciosidad: el complejo de Izki Golf, con Lagrán y Urturi (diseñado nada menos que por Severiano Ballesteros), Larrabea y Zuia.

En la cercana Navarra, se nos ofrecen también campos de gran calidad, como Ulzama, Zuasti y Castillo de Gorraiz, con buenos restaurantes en sus propias instalaciones, que nos permitirán de nuevo combinar el interés paisajístico y del juego con la gastronomía y el vino.

Desde www.vinosalacarta.com les proponemos que, a través de nuestras bodegas colaboradoras, descubran los campos de golf de su entorno, para desarrollar esa perfecta unión entre el golf y el vino, practicando enoturismo, conociendo y degustando el vino de la zona después de un buen partido de golf.